Entre tantas semanas de charla previa a Wrestlemania (una costumbre de todos los años), el 18 de Marzo de 2011, Smackdown entregó uno de los mejores episodios en su historia reciente ¿Por qué? Porque no dieron tanto espacio para los discursos, y se dejó a los luchadores hacer lo que saben hacer: Luchar. También se demostró que no es necesario estar hablando 20 minutos en televisión para contar una historia.
El mejor ejemplo de esto fue el evento principal, que enfrentó al infravalorado Christian contra nuestro joven representante latino en WWE, Alberto Del Río, en un encuentro que fue de lo mejor que se vio en TV en lo que va del año en WWE. La lucha supo retratar la mala sangre que hay entre estos dos luchadores, y con ayuda de los relatos (los anglosajones, no tanto los latinos), la derrota a Del Río no le sentó tan mal, porque las razones de su derrota fueron coherentes. Perdió en el contexto de una jaula (una lucha en la que, al menos en WWE, no tiene experiencia), y por estar demasiado concentrado en su lucha dentro de menos de 20 días contra Edge, en Wrestlemania. WWE fue muy inteligente al darle una victoria a Christian de esta forma y no de otra, porque hacer caer a Del Río ante la cuenta de 3 podría haber dañado su personaje. Con la victoria vía escape de la Jaula, Christian vuelve a Smackdown como un muy competitivo luchador individual, y Del Río sigue sin tener derrotas significativas (al menos no por vía de cobertura y cuenta de 3). La incógnita detrás de esto es qué participación podrá tener Christian en el marco de Wrestlemania (si acaso tiene alguna,claro está).
El show mostró una inconclusa lucha por el título de parejas entre The Corre y los reunidos Kane y Big Show, de quienes no se mencionó que ya han sido campeones de parejas en el pasado (lejos, allá por Wrestlemania 22), así como una victoria de Cody Rhodes sobre Trent Barreta, con la finalidad de seguir redefiniendo (exitosamente) su personaje.
La decisión menos comprensible del show fue la derrota de Kofi Kingston, quien tiene un acumulado de derrotas alarmante, si tenemos presente que es el actual campeón intercontinental. La presencia de Sheamus tampoco fue del todo productiva o comprensible.
Ted Dibiase también participó como invitado en el show, pero en un esfuerzo frustrado por vencer a Rey Mysterio (aunque en una lucha muy competitiva, gracias al versátil Mexicano). Recordemos que Ted no viene brillando en RAW (salvo por su ausencia).
El show cerró con una breve promo de Edge, quien trató de mofarse de Alberto pero fue brutalmente atacado por su retador y su acompañante, Brodus Clay. La promo fue sintética y hasta funcional a la lucha principal de la noche, porque sirvió de intervención para detener el ataque post-lucha sobre Christian.
Fue un episodio muy recomendable para aquellos que suelen espantarse con los programas que tienen sobrecarga de luchadores al micrófono, y ausencia de luchas de peso. Smackdown siempre ha sido una gran opción para ver Wrestling, aunque en las últimas semanas había sido una asignatura pendiente en todos los shows de la WWE.
Gracias a todos por detenerse a leer.
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